8 de junio de 2007

De arupos y nubes rosas

Luz me ha pasado un meme en el que debo escribir sobre un árbol que tenga un sentido especial para mí. Cuando hablo de ‘sentido especial’, lo primero que se me viene a la cabeza es la infancia. Me urge, de pronto, escarbar en la memoria hasta llegar a ese estrato de mi cerebro en el que se quedaron los olores, las imágenes, los sonidos o los sabores que componen mi niñez.

Es una lástima, pero he conseguido poquísima información científica sobre este árbol. La que proporciona el internet -que es casi la única fuente escrita que tengo para documentarme sobre Ecuador- es prácticamente ninguna y me resulta muy penoso no tener ningún libro que, por lo menos, me dé alguna característica más concreta.

Esto es lo que he obtenido en la red: “la Chionanthus pubescens Kunth, conocida como “Arupo” es un árbol muy ramificado con una floración blanca o rosada, que alcanza los seis u ocho metros de altura. Es una planta nativa de Ecuador y Perú. Crece en las laderas y los valles interandinos. Como planta ornamental también se cultiva en muchos jardines privados de Quito, Ambato, Cuenca, Loja y probablemente en otros lugares a lo largo de los Andes”.

Me resulta incomprensible que a un árbol tan llamativo y tan propio de la vida de mi pueblo, se le dedique poco más de cinco líneas. Quizá me equivoque. Prefiero imaginar que las bibliotecas de mi país están repletas de libros sobre los arupos y que la que realmente está errada soy yo al pretender convertir a la red en un oráculo.

En fin, si información es lo que quiero, quién mejor que la pequeña Pau para proporcionármela. Me pongo, entonces, el conjunto azul de camiseta y falda que tanto me gustaba y vuelvo a Quito, al patio de la casa de mis padres, con unos centímetros y unos dientes de menos, para ser otra vez la niña aquella que sabía que el verano había llegado porque al arupo le habían brotado pequeñas nubes de flores sonrosadas.

Estuve hojeando el álbum de fotografías y encontré una que me dio una pista: el arupo del que hablo nació después de mí. En la foto aparezco con un monito rojo, sentada muy cómodamente en mi carrito de bebé –hay que ver el la pose casi cómica de desenfado que tenía ese día-, justo en el lugar en el que meses o a lo mejor un año después, mi madre o mi padre, o los dos, plantaron el árbol. Digamos, entonces, que aquel frondoso arupo tiene ahora veinticinco años. A los seis ya era un árbol bastante recio. Recuerdo que la bandada de primos y primas solía encaramarse por las ramas. Yo siempre tan temerosa y discreta me quedaba en la primera de ellas. Ese solía ser mi triunfo, mi única oportunidad para sentirme pájaro.

Las flores de pétalos delgadísimos y frágiles, aparecían en julio o a más tardar en agosto. Era más o menos así: un día de principios de julio, te ibas a la cama con la imagen de la enorme copa verde con atisbos sonrosados, y al día siguiente, te despertabas y veías que la casa se había inundado del más vívido rosa. Si te asomabas por la ventana del salón, te encontrabas con un perfecto colchón rosado suspendido entre ramas; una nube sonrosada que se había instalado en tu jardín.

Pero el arupo no era debilidad exclusiva de los primos y las primas. Las tórtolas, las palomas y los gorriones se disputaban con los niños las ramas de esa magnificencia nacida de la tierra. Conservo la imagen de los picaflores internándose en ese paraíso de color. Recuerdo que me gustaba sentarme en primera fila para observar ese matiz que formaban las plumas verdes y azuladas, contrastando con la luminosidad casi violeta del arupo. Si te dejabas llevar por ese espectáculo hipnótico, podías confundir la escena del colibrí, con la de Campanita volando al País de Nunca Jamás.

El arupo todavía es el rey de aquel jardín. Hubo quien quiso e intentó cortarlo de raíz. No obstante, la belleza suele ser más fuerte que las hachas o las motosierras. Desde hace un tiempo ya no florece con la puntualidad de antaño. El año pasado, según me contó mi madre, brotó en octubre. Quizá sea el cambio climático, o tal vez, manías de árbol viejo en un comprensible intento por eludir el paso del tiempo...


(Le paso el meme a Cris, eso sí, para después de los exámenes, jiji).

19 comentarios:

Luz dijo...

:D Hola preciosa! de entrada un fuerte abrazo.
Precioso ese árbol, que lindo que tus padres hayan plantado uno que casi coincidió con tu nacimiento, vieron florecer dos maravillas de la naturaleza y la vida.

Besos

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

¡Me pasó como a ti! Busqué información y encontré muy poca, además de imágenes de escasa calidad. No como esta que pones ahora con la que ya me hago mejor idea.

Gracias por compartir ese bello recuerdo, desafortunadamente casi todos los árboles en los que jugué siendo crío acabaron talados.

Saludos.

Cristina Pic M dijo...

Hola Pau!
Vi al final que me pasas el meme...aunque me haga una idea, vas a tener q explicarme de q trata eso realmente!jej(triste ignorancia)Sí te digo q según iba leyendo pensaba sobre qué árbol escribiría yo...y ya tengo al candidato!
Aunque yo entraba con intención de escribirte sobre el comentario que hiciste en mi blog.
Creo q a lo q quise referirme con toda mi parrafada, era a si hay q pensar realmente en el fin. En a dónde te va a llevar lo q haces... Acabé convenciéndome de q no tiene por qué extir ese fin. Te proporcionará bienestar mientras le dedicas tu tiempo, q más se puede pedir! Algo q siempre hago para aclararme y sacar conclusiones es comparar. A veces me salen comparaciones un poco radicales... Es el caso: no se nace para morir q, inevitablemente será el FINAL, sino q se nace para la vida! Para pasar todos esos momentos q se presentan en bandeja y así te los tomes cómo más te convenga... Quizás, de esta comparación un tanto radical- también muy básica-, salió la respuesta a la pregunta q me hacía en mi entrada y q le sirve de base a mi positivismo...
Además, puede q el FIN venga de la mano de la ambición, q trae consigo muchas veces toneladas de frustración y una satisfación pasajera... No digo q no sea bueno tener aspiraciones, ojo! solo digo q no es fundamental acumular logros... o eso creo con 19 años...
Me va a hacer feliz estudiar periodismo, porq me encanta ecribir! por suerte es algo q puedo hacer aun ganando dinero como cajera... Sin duda estaría genial ganar dinero escribiendo artículos, pero ahí está el DULCE TIEMPO para cambiar las cosas...con sólo un pequeño empujón al destino, como tú dijiste. Si simplemente ahora estoy a gusto con toda esta estabilidad... estaría sintiendome mal por lo q SE SUPONE q debería estar haciendo -o consiguiendo-.
Bendita juventud, q bonito es todo!...jeje.
Sin divagar ya más, me voy. Q cuando escribo mucho corro el riego de salirme del tema... Por favor, criticadme! me encanta conocer puntos de vista!
Por último, te animo a que publiques ese borrador del q me hablas... cuando se comparten pansamientos se disipan dudas, pienso yo. Puede q alguno de tus lectores te de una clave!jej Incluso q ayudes a otros.

BESITOS

PD: espero apuntarme a clases de guitarra aunq no signifique grabar un disco y mucho menos hacerme famosa!(ni siquiera sé si lo soportaría...!)

Luz dijo...

Abrazos para los tres Pau.
Besos y una :)

Luz dijo...

Hola Pau, como va todo? espero que muy bien, pase a dejarte un abrazo y a desearte muy buen fin de semana :)

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Hola Pau, paso a daros ánimos y a desear que todo os marche bien.

Saludos.

Sofia dijo...

Qué increíble cómo son las imágenes de nuestra niñez las que nos acompañan siempre. Precioso árbol, lo he visto en mi país en algunos jardines. En mi antigua casa tenía uno, pequeño eso sí. Me encantaba su tronco suave y delgado.

Muchos saludos.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Un saludo y espero que todo os marche bien...

Si escribes (y debieras) avisa. :-)

Saludos a todos

Tanhäuser dijo...

He decidido otorgarte el premio "Blog Solidario". Espero que no te moleste.
Por favor, no sientas ninguna obligación por ello.

Un gran abrazo.

thot dijo...

Preciosa descripción llena de color.

Saludos :)

Luz dijo...

Hola Pau, cuanto tiempo! Veo que hace días no escribes... mira quien lo dice...
Feliz 2010 Pau, mis mejores deseos para ti y toda tu familia, a ver si tienes tiempo y nos cuentas de tu chiquilin.

Besos y un fuerte abrazo.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Un abrazo, Pau, hace tiempo que no sé de ti, que te marche bien junto a tu familia.

ly-on dijo...

señora Pau
de antemano felicitaciones por sus lineas. Lo del arupo me encanto', yo amo el arupo y me tope' con tu blog de casualidad. o será que no existen las casualidades?

un saluto y gracias por escribir tan bien

Andrea ly-on Corazza

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Pau, si son tuyas las amables y emotivas palabras que has dejado en mi blog quiero que sirvan estas palabras como acuse de recibo y testimonio de que me emocionaron.

Un fuerte abrazo, te imagino en plena crianza pero ojalá saques tiempo para ti.

Gustavo dijo...

Hola: entré a Google, puse "arupo" y aquí estoy... Creo que tenemos recuerdos paralelos, siempre he sabido que llega octubre porque en la placita de mi barrio (La Merced, en Cuenca) los arupos tendían una alfombra de color lila a sus pies y podía ir a sentarme a su sombra a leer un poco o simplemente jugar con mis amigos en sus alrededores. Hoy ya no están ni el llano ni la pileta de antes, en su lugar hay un hemiciclo y un piso de piedra frío y gris, ya no juegan los niños del barrio con sus pelotas, ahora en las tardes llegan de otros sitios muchachos con patinetas a competir por ser el que mejores piruetas hace sin caerse y, entrada la tarde, se comienza a llenar de trasnochadores, "pelados" y otros no tan "pelados" para abarrotar los bares que han abierto donde antes estaban las casas de algunos amigos. Pero al pasar hace pocos días por ese lugar me sorprendió ver el piso gris iluminado por hermosas gotas de color lila, claro también las botellas de cerveza brillaban al pie de los arupos, pero supe que a pesar de todo, allí estaban todavía mis años de niñez y adolescencia, que una imagen basta para traer de nuevo el olor del incienso que salía de la iglesia y del café de la tarde que mi madre preparaba. Supe también que ya llega Octubre. Gracias por permitirme recordar.

PRESENTACION dijo...

pues si quieres otra información sobre este hermoso árbol has de saber que Edna Iturralde escribió el Cuento La Leyenda del Arupo, allí nos dice, según sus palabras, cómo nación el primer Arupo, una historia sencilla, llena de colorido y amor, por cierto, el grupo de teatro elel que trabajo está realizando el montaje de este cuento. :)

Anna Lavatelli dijo...

No sé si mis palabras valgan como remedio a su deceptión por el olvido en que se ha sumergida la belelza del arupo, , pero yo he publicado en estos días un cuento para chicos que tiene un arupo en el rol protagonico. Yo vivo en Italia, donde también crecen los arupos. Tengo uno muy grande en mi jardin, y cuando floreció por primera vez, me enamoré de su hermosura. El cuento salió de mi alma, como un halago a esa maravilla. Se titula 'Ti voglio bene, Prunello' (Te quiero, mi arupo). Las ilustraciones son de un ilustrador italiano como yo,que se llama Marco Somà. Puedes encontrar la cubierta en mi sitio web: www.annalavatelli.com

Clara dijo...

Me gustó mucho lo que escribiste acerca del arupo, muchas gracias x compartirlo, fue como estarlo viendo.... justo en este momento voy camino a casa con un arupo que acabo de comprar para el jardín de mis padres :)

Anna Lavatelli dijo...


Amar la naturaleza, con sus arboles y flores, es vivir dos veces. Gracias, Clara por tus palabras.

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